Cuando la piel coge cierto tono (además de vernos más favorecidos) las rojeces, marcas y granitos se disimulan bastante, pero no confíes en que el problema del acné se haya solucionado, simplemente se ha hecho menos evidente. Si te bañas en el mar, y como pasa con cualquier herida del cuerpo, el agua y la sal limpiarán los granitos infectados y favorecerá su curación.
Aunque el sol es positivo a nivel inicial, al no exponernos a él durante todo el año, nuestra piel se desorienta y desequilibra tras el verano.
La exposición solar excesiva es peligrosa para la piel, tenga acné o no. Si una persona percibe que el sol le mejora el acné no debe pensar que aumentar la exposición solar será bueno para su piel.
Pueden aparecer pequeños granitos o espinillas durante la propia exposición en aquellas pieles que no suelen demostrar estas afecciones.
En la mayoría de los casos se debe a que:
-Muchos productos solares poseen un cóctel de nutrientes que sobrecarga la piel, haciendo que ésta rechace su exceso.
-Los productos con SPF bloquean los poros de la piel para evitar que los rayos solares la dañen, pero esto también hace que nuestra dermis no respire bien a través de los poros.
Se debe tomar el sol siempre con la adecuada protección solar, para evitar problemas como:
• El envejecimiento prematuro de la piel
• Manchas en la piel
• Enfermedades como el cáncer de piel
Además hay que tener en cuenta que el acné es una enfermedad que aparece a lo largo de todo el año, no sólo en verano. Porque muchas personas se olvidan de seguir el tratamiento y después del verano se suele producir un efecto rebote importante.
Al notar cierta mejoría muchos pacientes relajan sus pautas de limpieza o tratamiento del acné durante el verano. Esto, unido al efecto de la exposición solar, puede provocar brotes de acné más virulentos que los padecidos antes del verano.
Una de las causas de este efecto rebote es el engrosamiento de la capa córnea de la piel. Durante el verano la piel se defiende del sol y la falta de hidratación aumentando el grosor de dicha capa de la piel.
En esta capa se acumulan las células muertas al final del verano que, junto con el engrosamiento, obstruyen las glándulas sebáceas. Al finalizar el verano esta capa vuelve a su grosor natural y aparecen las lesiones “ocultas” provocando un empeoramiento del acné.
—————————————————-
ONE COMMENT